El Príncipe Azul Destiñe (Autora: Gabriela Acher*)
Cuando yo era adolescente, la única imagen de lo masculino era el Príncipe Azul.
Una especie de caballero de la mesa redonda que vendría a salvarme de mi encierro en na torre a la que custodiaba un dragón de siete cabezas. (…)
Tuve un príncipe azul que me destiñó al primer lavado, otro que se convirtió en sapo y otro que me protegió de todo menos de sí mismo.(…)
Ya sea que fuéramos Belas Durmientes, Cenicientas, Blancaneves, la llegada del príncipe era nuestra UNICA posibilidad de salvación.(…)
Ser mujer era estar en lista de espera.
Todos los acontecimientos de nuestra existencia eran s’lo antesala de la llegada de Ël.
La vida sin un hombre era como una vida en blanco y negro.
Y sólo el advenimiento del príncipe azul podría convertir la película a color.
¿Cómo no íbamos a ver azul al primer hijo de vecino que se nos cruzara por la puerta?
Y si con eso no era suficiente, allá íbamos con la brocha lista, dispuestas a pintarlos con nuestro deseo.
Y a seguir viéndolos azules aun cuando estuvieran rojos de ira o verdes de inmaduros. (…)
*Gabriela Acher – actríz y escritoria uruguaya
fragmento publicado en “La guerra de los sexos está por acabar con todos”